Por: Juan Esteban Pérez
Centroamérica no es precisamente la cuna de las estrellas más grandes de la historia del fútbol; sin embargo esa parte del mundo tiene referentes a nivel internacional. Destacan el mexicano Hugo Sánchez y el costarricense Kaylor Navas, ambos jugadores del poderoso Real Madrid de España. Y en medio de las historias de estos ‘cracks’, de vez en cuando se rompe el molde y surge otro genio de la pelota. Su nombre Jorge González, conocido como “Mágico” por su depurada técnica con el balón.
La historia del “Mágico” González comenzó en San Salvador, capital de El Salvador, un país con poca tradición futbolera. Nació un 13 de marzo de 1958, y fue el menor de ocho hermanos. A los siete años tuvo que separarse de sus padres para vivir con su abuela. La situación económica era complicada y no alcanzaba para mantener a todos. Con 18 años de edad, González debutó en el fútbol profesional de su país vistiendo los colores del Antel.
Su magia a la hora ubicarse en la cancha como delantero y sortear rivales con facilidad, hizo que el Club Deportivo FAS lo fiche en 1976. Con ese elenco logró los títulos nacionales de 1978 y 1979, y la Conca Champions de ese mismo año.
Su talento también lo demostró con la blusa de su país. Fue quien lideró la clasificación de El Salvador al mundial de España 1982, dejando por fuera al México de Hugo Sánchez.
Pese a que el mundial de España 82 el combinado salvadoreño tuvo una actuación para el olvido, recibiendo 15 goles en tres partidos y anotando apenas 1, las pinceladas que “Mágico” González mostró en los estadios ibéricos hicieron que clubes como París Saint German y El Cadíz de España se fijaran en él.
Cuenta la leyenda que estaba todo arreglado para que fiche por el club parisino pero, el día de la firma, el jugador no se presentó, los dejó vestidos y alborotados a los franceses. Entonces optó por el Cádiz, quizá la ciudad que albergaba al club y su clima caliente influyó en la decisión del “Mágico”.
Cádiz y “El Mágico” se enamoraron
Fue un 11 de septiembre cuando Jorge “Mágico” González debutó de forma oficial con el Cádiz. Las crónicas de la época reseñan que muy pocos lo fueron a recibir al aeropuerto. Llegó como un desconocido. Tenía 24 años cuando se enfundó por primera vez la elástica amarilla con el número 11. Su primer partido fue contra el Trebujena.
Con ese club, su leyenda en la ciudad ibérica nació en su primer año cuando anotó 15 goles en 33 partidos. En el Cádiz se ganó el apodo de ‘Mata Gigantes’ porque en aquella temporada derrotaron a grandes como el Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid. Al año siguiente anotó 14 tantos en 31 encuentros. Su idolatría iba en aumento.
Imagen: El País
El calor de Cádiz y su deseo por alargar la noche, hicieron que el “Mágico” se enfrasque en un sinfín de juergas con amigos, licor y mujeres.
Cuentan las reseñas sobre él, que muy pocas veces González llegaba sólo a su apartamento, siempre había una bella dama que lo acompañaba. Producto de todas esas noches de locura hay dos hijos de González que viven en Cádiz y que fueron reconocidos por el propio jugador.
Al “Mágico” no le interesaba consagrarse como un genio del balón. De hecho era él mismo quien afirmaba: “No me gusta tomarme el fútbol como un trabajo, si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme”.
Con la elástica del Cádiz ganó cuatro Trofeos de Carranza, una competición que se juega en Cádiz previo al inicio de la Liga Española, cada año.


En la disputa de este torneo en 1984, “Mágico” dejó una actuación para la posteridad. Como de costumbre, el salvadoreño tenía problemas con el entrenador del club debido a que salía de juerga muy seguido y dormía mucho las mañanas. Sus faltas a los entrenamientos eran constantes.
En aquel encuentro por decisión técnica el jugador no alineo en el 11 titular y parecía que la suerte del Cádiz estaba echada. Al término de la primera mitad los ‘Blaugranas’ se imponían a los locales por 3 a 0. Y entonces fue el turno del “Mágico” González. Saltó al gramado del Estadio de Carranza en la segunda parte y dio un verdadero recital de fútbol. Anotó dos goles y dio dos asistencias para que el Cádiz se termine imponiendo 4 a 3 al Barcelona.
Retorno y retiro
Los primeros años de González en España fueron espectaculares, incluso el Barcelona estuvo a punto de ficharlo para que formará dupla con Diego Armando Maradona. Pero fue en una gira en Estados Unidos en 1984 que esto no se concretó.
Jorge “El Mágico” González llegó a enfundarse la camiseta del Barça y jugó junto a Maradona un par de partidos. César Luis Menotti, técnico del equipo por aquel entonces, estaba convencido que ese era el jugador que necesitaba. Sin embargo, fue hasta que tras la alerta de un incendio el hotel de California, donde se hospedaba la plantilla del Barcelona, “Mágico” González fue el único jugador que no salió de su habitación. Se quedó en compañía de una muchacha que pasó la noche con él. Ese fue el detonante para que el ‘Flaco’ Menotti se echara para atrás y decidiera no contratarlo.
Los años siguiente González no la pasó tan bien en Cádiz. Aunque las fiestas y noches largas eran las mismas. Los directivos de su club ya no estaban dispuestos a aguantar su indisciplina. En 1986 lo transfirieron al Valladolid, pero el ‘crack’ centro americano no soportó la presión que el club español ejercía sobre él y sobre su vida personal. Al año siguiente volvió a Cádiz para seguir anotando goles.
En 1989 fue acusado de violencia sexual contra una joven de la localidad. Fue sometido a la justicia española que lo conminó a pagar una indemnización de 4 mil pesetas.
Hasta 1991 jugó en el Cádiz, club en el que durante toda su estancia marcó 57 goles. Al año siguiente retorno a su país para jugar por el FAS, elenco con el que ganó nuevamente dos títulos nacionales en 1995 y 1996.


En 1999 fue designado por el la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol como el mejor futbolista salvadoreño de todos los tiempos. Se retiró de la actividad profesional en el 2000.
Su leyenda por las calles de Cádiz aún vive. Pese a que el mismo se definía como un jugador irresponsable, nadie en ese poblado puede hablar mal del ídolo salvadoreño.
Ahora vive en su ciudad natal. Trabajó en la dirección técnica de selección de El Salvador y manejó durante un tiempo un taxi. Se la pasa el día en una hamaca en su casa que queda cerca del estadio que lleva su nombre. Comparte con sus dos hijos y mantiene conexión permanente con aquellos amigos que dejó en España.
Jorge “Mágico” González fue de esos futbolistas destinados a volar alto, pero se dio cuenta que era humano.
El paso de González por el fútbol lo definió el propio Diego Armando Maradona en 1984. Cuando le preguntaron sí él se consideraba el mejor futbolista del mundo, el “Pelusa” no dudó en contestar: “No, hay uno mejor que yo”, refiriéndose al delantero salvadoreño.


Periodista y fanático del fútbol. Combinar esas dos pasiones es lo que más me encanta, no voy a decir que estuve cerca de ser profesional ni que era un ‘crack’ con el balón en los pies, pero si les puedo asegurar que las historias que les contaré sobre fútbol los van a entretener. Para serles franco me va mejor con la pluma que con el balón en los pies, el fútbol y el deporte en general tiene tantos relatos salvajes ocultos y misteriosos. Quiero que juntos los descubramos.